Llevo en el mundo de Apple desde la navidad de 1996 y creedme cuando digo que ni la vuelta del tío Jobs a Apple concitó tanta atención mediática en España. Ni siquiera el lanzamiento del iPhone, que para mi fue más revolucionario, tuvo semejante seguimiento.
Todos los noticiarios de Tv intentaban acertar horas antes de la keynote cómo seria el ya famoso tablet.
Lo nunca visto.
Aunque no todos acertaban en sus reportajes. Los menos acertados son los de Cuatro que ponen a Bill Gates como CEO de Apple y una TDT en Hd y dos mandos para juegos entre las capacidades del iPad (si se documentan así con esta noticia... como será con las importantes, ¡que credibilidad!) y también Metro de Madrid que daba después de la keynote como especificaciones los rumores más descabellados que habíamos oido días antes.
Hoy leía un articulo de Jose Carlos Daganzo titulado “Este año ser maquero dejara de ser algo raro”, y aunque es lógico y todo el mundo tiene derecho a disfrutar y dejar de sufrir con Windows, todo esto le quita un poco el romanticismo.
Desaparece ese estar en la minoria desconocida, casi en “la resistencia” contra el enemigo todo poderoso que invadía el mundo con sus sistemas corruptos.
Luchábamos contra el “lado oscuro” de la informática. Permitidme estas licencias poéticas, que hasta a mi mismo me hacen sonreír, para explicar un poco el fin de una época que se verá culminada con las primeras Apple Store en España.
Ya casi todo el mundo conoce la manzanita, y aunque nos siguen mirando con recelo pensando en algo elitista, nosotros seguimos viendonos como esa resistencia romantica que tras una keynote camina con un nuevo amigo 2.0 como en el final de Casablanca...
“Louis, creo que este puede ser el comienzo de una bonita amistad”...
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