Macs and Beers.

Blog de Mikel. Para cuando me apetezca decir algo.

Hoy para inaugurar el cambio de tipografía vamos a hablar del cambio o mejora de la memoria RAM en nuestros portátiles. Una operación muy sencilla pero que si no hemos abierto nunca un ordenador puede atemorizar un poco.
Mi MacBook Pro venía con 2 GB de RAM repartidas en los dos bancos disponibles que permiten una ampliación máxima de 8 GB, nuestra meta final.
Para empezar diremos que Apple no anula la garantía en dos operaciones que podemos realizar en el interior de sus portátiles, el cambio de disco duro y el de la memoria RAM. Esto no significa q no la podamos perder, pues claramente quedan fuera (lógico) los daños que podamos causar si realizamos mal dichas operaciones.
Marcas hay muchas pero quizá por garantía y experiencia propia yo me decanto siempre por Kingston, pero ya os digo que son gustos míos.
Lo primero es encontrar los módulos compatibles con nuestra máquina, para lo que podemos mirar en varios sitios. La página o establecimiento donde vamos a comprar, la página de soporte de Apple y como no directamente en nuestro Mac en manzanita/Acerca de este Mac/Más información/Memoria.

Es aquí donde veremos la memoria que tenemos y dónde comprobaremos q la nueva funciona correctamente. En la imagen podéis ver mi resultado final (falta otro módulo que pondré en unos días) y se ve en el banco 0 el módulo de 4 GB y en el banco 1 el que venía de serie con 1 GB.

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Una vez que ya tenemos nuestros nuevos módulos pasamos a la parte de “bricoMacnía”. Con el portátil apagado un mínimo de 15 minutos y bien frío buscamos algo donde apoyar el Mac y no rayar la carcasa, procurando que no sea un tejido que tenga mucha electricidad estática, nuestro gran enemigo en la operación. Ya con el portátil boca abajo vamos con cuidado retirando los 10 tornillos de estrella con un destornillador apropiado, permitidme insistir en ello pero estos tornillos están apretados y casi pegados y su tamaño no permite causarles daño sin dejarlos inservibles facilmente.
Un buen juego de destornilladores de relojero nos servirá y están disponibles en muchos sitios por muy poco dinero.
Según saquemos los tornillos hemos de guardarlos según su orden pues son de distintos tamaños y aunque parezcan idénticos siempre es más fácil q vuelvan a entrar en el hueco de donde salieron. 


Ya tenemos la tapa retirada, y podemos ver el brutal esfuerzo de ingeniería para meter todos los componentes en un espacio ten reducido. Destacan claramente los componentes: la batería, la unidad óptica, el disco duro, y la placa base con la memoria RAM.
Antes de tocar nada hemos de descargar la posible electricidad estática que tenemos y Apple nos recomienda tocar la banda metálica que sujeta la unidad óptica. 
Vamos ya a sacar la memoria antigua y para eso solo hemos de separar un poquito las piezas de plástico que abrazan los módulos en la zona con muescas semicirculares a ambos lados, sin miedo, sonará un click y la memoria saltará un poquito en ángulo hacía arriba. Asegurándonos de que ya no está sujeta vamos poco a poco estirando hasta sacarla con mucho cuidado. Sale fácil.

En su lugar colocamos la nueva teniendo con ambas la precaución de no tocar los bornes en donde debe hacer contacto pues la grasa de nuestros dedos es perjudicial para su funcionamiento.
Bajamos despacio el módulo hasta la horizontalidad y notaremos que vuelve a encajar en el clip de plástico y queda completamente sujeta.
Ya tenemos la memoria instalada. Aprovechamos para limpiar el conducto de ventilación que va en la tapa y colocamos de nuevo los tornillos, con mucho cuidado y sacandolos o girando hacía atrás hasta que notemos que enroscan perfectamente y no dañando la rosca. Esta para mi es la parte más delicada y no importa dedicar todo el tiempo necesario para el día de mañana no perder un tornillo (ni siquiera en sentido metafórico).
Llega el momento de arrancar y notaremos ya la primera diferencia: la manzanita de arranque aparece mucho antes. Una vez que tenemos el Mac funcionando comprobamos en la ruta que hemos visto antes el correcto funcionamiento del módulo, aunque ya aparecerá en el resumen inicial de “Acerca de este Mac”.
Es muy probable que la PRAM (la parte donde están memorizados los parámetros de inicio) se quede desactualizada y puede que tengamos los ventiladores disparados, para lo cual debemos reiniciar el Mac pulsando a continuación y a la vez cmd+R+alt+P hasta que suene el “chan” de inicio tres veces. 
Lo óptimo es tener ambos zócalos o bancos de memoria con idénticos módulos pero si lo hacemos por partes como yo he hecho ya notaremos un incremento brutal en el funcionamiento.
Una pequeña sesión de bricoMacnía muy recomendable y sencilla cuando tenemos poquita RAM, espero que os guste.

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